Antes de hablar de préstamos rurales, es importante mencionar que la agroindustria en Brasil tiene el potencial de sacar a más de 30 millones de personas de la inseguridad alimentaria.

Y, aún, ser gran protagonista de la economía en 2022, debido a la alta demanda de alimentos tanto en el mercado interno como externo. 

Si eres productor rural, eres socio de una cooperativa o tienes una empresa que participa en la agroindustria, eres elegible para solicitar y recibir un crédito rural.

El crédito rural está destinado a financiar actividades agrícolas y ganaderas en todas sus fases productivas y ciclos de cosecha.

Por lo tanto, si quieres saber más sobre este préstamo, ¡sigue leyendo y compruébalo!

El crédito rural es el financiamiento para la compra de insumos para la siembra o crianza de animales hasta la etapa de cosecha o sacrificio, respectivamente. El préstamo rural puede cubrir, además de los gastos de producción agrícola y ganadera, reformas de viviendas rurales, por ejemplo.

Este tipo de crédito tiene como objetivo fortalecer la producción rural en el país y se puede solicitar a través de instituciones financieras públicas o privadas. 

Por su importancia para el desarrollo de la economía, el crédito rural puede incluso ser subsidiado por el Estado, como sucede en varios países, incluido Brasil. En el país, en 2003 se creó el Plan Safra, un programa que permite a los agricultores recibir incentivos para financiar sus actividades. 

El crédito rural es más ventajoso para quienes se adhieren a él, ya que ofrece financiamiento con tasas de interés más bajas que otro tipo de préstamos con menos burocracia para obtener.

Debido a la alta demanda de crédito, según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, hubo un aumento de 36% en el valor ofertado con relación al Plan de Cultivos 2021/2022, cuando se dispusieron R$ 251 mil millones. 

En 2022, el Plan Safra liberó el valor de más de R$ 340 mil millones para incentivar las actividades agrícolas en el país hasta junio de 2023. 

A la hora de buscar la institución que financiará tus proyectos, es importante conocer los tipos de préstamos posibles y para qué están destinados. En este caso, existen cuatro tipos de crédito rural.

El primero de ellos es el crédito de costeo, que está dirigido a quienes necesitan inversiones en el ciclo productivo, como la compra de semillas, fertilizantes, insumos en general o que necesitan pagar la etapa de cosecha. 

El crédito de inversión, en cambio, está destinado a quienes necesitan financiación para inversiones que durarán varias cosechas, como, por ejemplo, la compra de tractores. 

El crédito de comercialización tiene como objetivo promover la comercialización de productos de producción rural en el mercado. 

Finalmente, quienes se dieron cuenta que llegó el momento de industrializar sus productos y servicios o necesitan ampliar sus planes, la indicación es solicitar el crédito de industrialización. 

Este tipo de préstamo puede financiar, por ejemplo, la compra de etiquetas y empaques o la contratación de mano de obra.

Todos los montos provienen del BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social) y de otros fondos institucionales, siendo 60% de ahorros rurales, 35% de LCAs (Cartas de Crédito Agronegocios) y 30% de todos los montos depositados en bancos.

El proceso para adherirse al crédito rural es similar a otros trámites para tomar crédito bancario en entidades financieras y requiere de alguna evidencia para la liberación del crédito rural. 

Las instituciones bancarias requieren garantías para la liberación de préstamos, que pueden ser, por ejemplo, una propiedad rural. Cada banco tiene sus requisitos de garantías, así como cada uno tiene su lista de documentos necesarios para la evaluación del préstamo. 

Normalmente se requiere identidad, registro de persona física o jurídica y certificados que acrediten la actividad desarrollada. 

Además, para aplicar a los créditos que ofrecen los programas gubernamentales, el interesado debe consultar previamente los requisitos de cada uno de ellos, por ejemplo, para afiliarse al Pronaf (Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar), es necesario solicitar la declaración de aptitud. en la agencia responsable. 

Todos aquellos que tengan la intención de pagar por las actividades agrícolas son elegibles para solicitar crédito rural. 

Cabe mencionar que no es necesario que estén directamente vinculados a la producción agrícola, sino que también pueden ser otras operaciones que involucren la agricultura, como la investigación científica, por ejemplo. Compruébalo a continuación:

Los interesados en obtener un préstamo rural tienen varias opciones a las que recurrir, siendo los principales operadores los bancos o cooperativas de crédito. 

Existen varias instituciones habilitadas para ofrecer estos préstamos, que siguen la legislación del SNCR (Sistema Nacional de Crédito Rural), tales como:

Quienes soliciten un préstamo también deben saber si cumplen con los criterios para solicitar cualquier programa de crédito del gobierno. 

En este sentido, los prestatarios pueden encontrar tasas que van desde 5% hasta 12,5% por año. Sin embargo, antes de recurrir a los préstamos, es importante evaluar los requisitos de cada institución. Así como cuáles son sus ventajas. 

A través del Gobierno Federal es posible obtener préstamos del Pronaf (Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar), Pronamp y otros programas, como Moderfrota (para la compra de tractores agrícolas o cosechadoras), Inovagro (para investigación e innovación) y PCA (enfocada a la compra, construcción y ampliación de bodegas).

El Pronaf está dirigido a pequeños agricultores, colonos de la reforma agraria, pescadores, extractivistas y silvicultores de manejo sustentable, agricultores que explotan áreas de hasta 500 metros cúbicos de agua o dos hectáreas de agua, quilombolas e indígenas.   

Este programa fue creado en 1996 con el objetivo de desarrollar las zonas rurales, garantizar la seguridad alimentaria y tiene las tarifas más bajas del mercado. Dentro del Pronaf existen subprogramas como Financiamiento, Agroindustria, Mujer, Agroecología, Bioeconomía, Más Alimentos, Jóvenes, Microcrédito y Acciones. 

El Pronamp, por su parte, está destinado a financiar a los medianos productores rurales, es decir, aquellos con ingresos brutos anuales de hasta R$ 2,4 millones.

Para solicitar el préstamo rural, debes acudir a un banco que ofrezca este producto financiero. Además, debe reunir todos los documentos de respaldo requeridos por cada institución bancaria. Esto puede variar según cada uno de ellos.

Con carácter general, las instituciones solicitan al interesado el cumplimiento de los siguientes requisitos:

Algunos bancos pueden exigir al interesado la presentación de un presupuesto o plan de su proyecto de inversión. También puede haber una inspección de las instalaciones del prestatario. 

Para resolver cualquier tipo de duda que pueda surgir, el productor rural puede consultar el MCR (Manual de Crédito Rural), que contiene todas las normas establecidas por el CMN (Consejo Monetario Nacional) en materia de crédito rural.

Ahora que lo sabes todo sobre los préstamos rurales, ¿qué te parece saber cómo solicitar un préstamo para reformas? Entonces, ¡lee la publicación recomendada a continuación y échale un vistazo!