Una de las mayores quejas de quienes tienen gatos está relacionada con la costumbre de los felinos de arañar todo lo que tienen delante. Si bien los humanos sentimos que nuestros gatos deben odiarnos en secreto (¡¿por qué si no arruinarían nuestro costoso sofá nuevo?!), simplemente siguen sus instintos naturales cuando deciden redecorar un poco sus uñas.

Aunque resulte frustrante para los propietarios, es fundamental que no se suprima la acción. Rascar es un comportamiento normal e instintivo que ayuda a tu gato a fortalecer los músculos de sus patas y, al mismo tiempo, acelera la caída de las capas externas de sus uñas. Es la versión felina de ir al salón de belleza.

Tu gato deja su huella en los lugares que más le gustan utilizando las glándulas olfativas presentes en sus patas. Además, es una forma de dejar señales visuales de su paso, como forma instintiva de comunicar a otros gatos que el territorio es suyo.

Nunca podrás evitar que tu gato deje de rascarse, por eso es importante que aprendas a redirigir estos impulsos a lugares más adecuados.

Invierta en sofás fabricados con telas que resulten menos atractivas para los gatos y que sean difíciles de deshilachar. Si no quieres comprar un sofá nuevo, existen fundas protectoras de plástico que pueden ayudarte. Incluso una hoja que no utilices puede resultar útil. Utilice cinta adhesiva doble en los muebles, a los gatos no les gusta la sensación que les da. También existen sprays para rociar sobre muebles. Repelen a los gatos por su olor a cítricos.

Asegúrate de que las uñas de tu gato estén bien cortadas. Para ello, es necesario utilizar unos alicates específicos. Puedes llevar a tu gato a una tienda de mascotas o aprender a hacerlo en casa. Si nunca antes le has cortado las uñas a un gato, pregúntale a tu veterinario, ya que los gatos tienen un vaso sanguíneo que pasa por sus uñas y por eso necesitas saber dónde cortarlas. También puedes utilizar protectores de uñas. Estos estuches duran unas seis semanas y están disponibles en varios colores.

Proporcione varios tipos de postes rascadores para su gato. Son una gran inversión, ya que sirven exactamente para este propósito. A la hora de comprar un rascador, observa cómo a tu gato le gusta usar sus garras para elegir el estilo adecuado. Si a tu gato le gusta rascar las alfombras, considera comprar un rascador horizontal, por ejemplo. Si le gusta rascar los sofás, un poste vertical es la mejor opción. Busca un rascador que sea del tamaño de tu gato cuando está de pie. Asegúrese de que el objeto sea resistente pero no demasiado pesado ni demasiado grande en caso de que se caiga. También es importante la ubicación en la que decidas colocar el rascador. Intente colocar postes rascadores cerca de los lugares favoritos de su gato. Por ejemplo, si a tu gato le gusta rascar el sofá y las sillas, coloca postes rascadores al lado o cerca de ellos. Hoy en día existen muchas opciones que no perjudicarán la decoración de tu hogar.

Para animar a tu gato a utilizar sus postes para rascar, frótales hierba gatera. Siempre que tu gato elija el rascador en lugar de tu sofá, felicítalo. Con el tiempo, empezará a asociar el rascado como algo bueno. Si encuentra que su gato se rasca en áreas prohibidas, aplauda o tírele un juguete de peluche para que lo persiga y lo distraiga. Evite mostrar que está enojado, ya que su gato no lo entenderá y esto puede causarle ansiedad. Sea paciente y constante, y cuando menos lo espere, su sofá estará a salvo.