esta es una luz spoiler de nuestro próximo tema, pero es inevitable que hablemos de una de las tendencias en el mundo post-COVID-19 que ya está surgiendo: la descentralización de las metrópolis.

Parece poco probable dada la dependencia económica que todavía tenemos de estos grandes centros urbanos, pero es una realidad cada vez más actual.

Analicemos el escenario: muchas personas abandonan el campo y se trasladan a ciudades como São Paulo en busca de oportunidades laborales. Incluso lo encuentran, pero se enfrentan a costos muy altos de alquiler o compra de una propiedad, necesidades básicas, como educación y alimentación, y otros gastos.

Con el pandemia, muchos de ellos perdieron sus empleos o tuvieron una reducción drástica de sus ingresos mensuales. En el mejor de los casos, tu empresa ha adoptado definitivamente el teletrabajo o tu trabajo ahora puede realizarse de forma remota.

Entonces, ¿por qué quedarse en São Paulo si es posible regresar al interior y tener un estilo de vida más sencillo, más barato y con mayor calidad de vida?

Esto es precisamente lo que mucha gente está haciendo y pronto esta reciente migración se reflejará positivamente en la descentralización de las grandes metrópolis.